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Ella fue una lumbrera.
Era entonces el amanecer de la astrofísica y ella participó en ello y en los descubrimientos que importan aún hoy en día.
Año 1900, Washington, Georgia.
Williamina Fleming, astrónoma de 43 años, viajó desde Boston para experimentar su primer eclipse solar.
Aquel fue un tremendo proyecto.
!¡La cantidad de equipo que tuvieron que haber llevado!
Telescopios, relojes, suministros fotográficos.
Viajaron en un barco de vapor y en tren.
"Siempre me alegraré de haber visto un eclipse solar.
Como espectáculo simplemente, es magnífico".
Williamina Paton Fleming nació en 1857 en Dundee, Escocia.
Después de la muerte de su padre, para apoyar a su familia empezó a trabajar como asistente de maestro.
Tenía 14 años.
En 1878, a los 21 años, Fleming emigró con su esposo a Boston, Massachusetts.
Desafortunadamente, no se sabe mucho sobre su esposo.
Algunas fuentes dicen que murió, otras dicen que la abandonó dejándola embarazada.
Eso la puso en una situación desesperada, lo que explica por qué trabajó como empleada doméstica.
Fleming trabaja de empleada doméstica en la casa de Edward Charles Pickering, director del Observatorio de Harvard.
Pero los Pickering, reconociendo su inteligencia, la llevaron al Observatorio y le enseñaron a analizar las fotografías de los cielos.
Usando el telescopio tomaron fotografías de larga exposición del firmamento y en la película aparecieron estrellas que nadie había visto antes.
Tradicionalmente, los observatorios se han centrado en determinar las posiciones de los cuerpos celestes.
Pero Pickering buscaba la física de las estrellas.
¿De qué están hechas?
¿Por qué se ven diferentes?
Preguntas que, durante mucho tiempo, parecían no tener respuesta.
Para apoyar su nuevo enfoque de la astronomía, Pickering hizo algo que no se acostumbraba: contrató mujeres.
Al llegar al Observatorio, Pickering había encontrado a varias mujeres "computadoras" que trabajaban calculando las posiciones reales de las estrellas.
Tenían una ventaja: se les pagaba menos que a los hombres.
Tampoco necesitaban tener una educación avanzada para hacer los trabajos que se les asignaban.
Ninguna utilizaba al principio los telescopios.
Pero eran buenas en matemáticas y estaban dispuestas a aprender y hacer el trabajo.
"En muchas cosas la paciencia, la perseverancia y el método de la mujer la hacen superior al hombre.
Esperemos que en astronomía pueda demostrar que es su igual".
Algunas mujeres se atrevieron a albergar sueños de trabajar en las ciencias, pero la pasaron muy mal.
Se acababan de fundar varias de las universidades para mujeres, pero había una activa objeción a la educación superior para ellas.
Algunos pensaban que no eran capaces de hacerlo, otros que de hecho era perjudicial.
Se decía que las mujeres no tenían la fuerza, el aguante para ir a los telescopios y observar.
¿Cómo iba a ser posible que estudiaran astronomía como profesión?
Pero resultamos ser científicas realmente dotadas, precisas y objetivas.
Mi nombre es Wendy Freedman y soy astrónoma en la facultad de la Universidad de Chicago.
Cuando comencé, el gran debate era sobre la edad del universo.
¿Tiene el universo 10 mil millones de años o 20 mil millones de años?
Se me conoce por haber resuelto el dilema, ya que he hecho una medición del universo; y tiene aproximadamente 13.700 millones de años.
A lo largo de mi carrera, he visto muchos cambios desde el desarrollo de la computación de alta velocidad hasta los nuevos telescopios y nuevos instrumentos.
De hecho, comencé cuando todavía usábamos placas fotográficas de la misma manera que Williamina Fleming.
En 1890, Pickering publicó un nuevo catálogo de estrellas.
Fleming había clasificado personalmente unas 10.000 de ellas.
Los astrónomos en ese momento estaban interesados en los espectros luminosos, es decir, dispersar la luz de una estrella en un arco iris, y hacer mapas de todo el universo visible.
Entonces, lo que hizo Williamina Fleming fue mirar los espectros en estas placas fotográficas y reconocer los patrones que existían.
"Muchas mujeres deben tener aptitudes similares para la astronomía y, si se les brindara oportunidades parecidas, sin duda se dedicarían al trabajo con el mismo incansable celo, aumentando enormemente nuestros conocimientos sobre las estrellas ".
En 1899, después de casi 20 años en el observatorio, Fleming fue nombrada conservadora de fotografías astronómicas.
Fue la primera mujer en obtener un título de la Universidad de Harvard.
Llegó a ser supervisora de unas 15 mujeres más, en un observatorio astronómico de estreno.
No tiene precedente.
Incluso ahora, es sorprendente que haya sucedido.
Y estaban estudiando las estrellas; ciencia realmente fundamental.
En 1893, Fleming publicó un artículo en la revista Astronomía y Astrofísica, proponiendo que más mujeres trabajen en el campo.
También protestó el pago desigual que las mujeres recibían.
Trabajaban seis días a la semana y ganaban alrededor de 25 centavos la hora.
Los hombres en posiciones similares ganaban mucho más que ella.
Así que se quejó de eso.
Pero muy poco consiguió.
"Tuve una conversación con el director sobre los salarios de las mujeres.
Parece pensar que ningún trabajo es demasiado o demasiado difícil para mí, sin importar la responsabilidad o las horas de trabajo.
¿Alguna vez pensó que como los hombres tengo un hogar que mantener y una familia que cuidar?
!¡Y dizque estamos en una época iluminada!".
Cuando comencé a observar en el telescopio Palomar, en el sur de California, a las mujeres les habían dicho que no podían observar allí porque no había baños para mujeres.
Durante gran parte de mi carrera, he sido la única mujer del grupo.
Pero he tenido muchas oportunidades de liderar un observatorio importante, de liderar este gran proyecto con el telescopio espacial Hubble; el proyecto para construir el Telescopio Gigante de Magallanes, que será un telescopio óptico de 80 pies de diámetro en las montañas de los Andes en Chile.
Fleming también ganó medallas por sus logros y fue una de las primeras mujeres admitidas en la Real Sociedad Astronómica de Londres.
En sus 30 años de carrera, descubrió 10 novas, 310 estrellas variables y 59 nebulosa gaseosa, incluida la icónica nebulosa de cabeza de caballo.
Fleming también reconoció la existencia de estrellas del tamaño de la tierra llamadas después enanas blancas.
Williamina Fleming murió de neumonía en 1911.
Tenía 54 años.
Fue una madre soltera que logró ver a su hijo graduarse de MIT.
Las placas de vidrio que Harvard conserva son un récord insustituible de 100 años observando de noche el firmamento.
Todavía se utilizan y son tan importantes que se están digitalizando para que los astrónomos puedan acceder a ellas desde cualquier parte del mundo.
Hasta el día de hoy, confiamos en los descubrimientos hechos entonces por estas mujeres.
La vida de Williamina Fleming es muy inspiradora.
Ella perseveró a pesar de las dificultades apremiantes y concretas.
Abrió las puertas para las mujeres de hoy.
"Las mujeres que han tomado alguna rama de la ciencia no deben desanimarse, incluso si otros se niegan a dar crédito a su trabajo.
Trabajen con honestidad, conciencia y constancia, y el reconocimiento y el éxito al final coronarán sus esfuerzos".