En la herencia formidable de la música cubana, nadie es más importante que el bajista por excelencia, Israel ‘Cachao’ López. Nació en 1918 en una familia de respetados músicos y maestros entrenados de forma clásica, y se convirtió en su más célebre exponente. Criado en La Habana en la misma casa donde nació el legendario patriota, poeta y revolucionario José Martí, Cachao revolucionaría la esencia de la música cubana. Pocos, o ningún, músicos o compositores del siglo 20 han tenido el impacto en sus respectivos campos como Cachao. Es conocido extensamente como un pionero en el concepto de la emocionante descarga cubana, la cual aportó un alto nivel de improvisación espontánea a una tradición de 150 años de la música de danza cubana, y dirigió mucha atención a la sección de ritmo del bajo, tumbadoras, timbales, bongos, y güiro. Pero sus innovaciones en la música de danza cubana conocida como danzón, en particular dentro del formato de la charanga (cuerdas, flauta, piano acústico, contrabajo, y percusión) son lo que él considera su más importante contribucion. Para la segunda mitad de la década de 1930, antes de cumplir 20 años, él y su hermano mayor, Orestes, tocaban y componían para La Orquesta Maravilla de Fernando Collazo, una de las orquestas más populares y más profesionales de charanga en La Habana. Hacia el final de la década, la orquesta continuó bajo la dirección del flautista Antonio Arcaño, convirtiéndose en una de las orquestas de charanga más influyentes de todos los tiempos. Mientras tocaba el bajo en esta orquesta (y simultáneamente era el bajista principal de la Orquesta Sinfónica de La Habana), Cachao y Orestes desarrollaron el danzón de nuevo ritmo, precursor del mundialmente reconocido mambo que se convertiría en un fenómeno internacional una década después. Hoy día, esas innovaciones son tan relevantes como entonces, proporcionando la gran base para el Jazz Latino contemporáneo y la Salsa.
El papel del bajo en la música cubana es importantísimo. Los mejores bajistas de este género deben tener un sentido del ritmo y del tiempo impecable, entonación, y sentido armónico/melódico. La posición de Cachao en la cima de la jerarquía fue asegurada como resultado de su entrenamiento continuo en los conservatorios clásicos y su experiencia en el teatro, la ópera, y 30 años con la Orquesta Sinfónica de La Habana bajo la dirección de todos los legendarios directores musicales de la época de Europa y del Nuevo Mundo. Acompañó a Caruso, Tebaldi y Gardel, entre muchos otros. Agregue a esto su amor por los ritmos afrocubanos populares tales como el son y la rumba que también tocó extensamente desde el principio, y usted comenzará a entender por qué él es el maestro. A través de la historia, han habido grandes compositores, arreglistas ingeniosos, instrumentistas virtuosos, músicos clásicos altamente respetados, y queridos intérpretes de la música popular. Pero será difícil encontrar otro nombre como el de Israel ‘Cachao’ López que pueda reunir tantas cualidades y logros.
Es mundialmente reconocido y amado. Tuve el honor de salir de gira con él como su bongosero en los años noventa y nunca olvidaré las impresionantes ovaciones que recibía cada vez que salía al escenario – antes de tocar una sola nota – en París, Barcelona, Madrid, La Haya, y otras ciudades europeas.
Debajo de la superficie del profesional insuperable, se encuentra un bromista sabio de cara impasible, y filósofo en la tradición del griot africano. Él insiste en que los músicos deben estudiar y aspirar hacia el profesionalismo verdadero, lo cual él resume de esta forma: “Si tengo apendicitis, ¡no me mires las amígdalas!”
Esta película es un recorrido por la música, el mundo y el legado del maestro Cachao, la cual revela el calor, el humor y la humildad que han sido sus características más notables por nueve décadas. Él fue el dueño del siglo 20 e increíblemente comenzó el siglo 21 con las mismas fuerzas y éxito lanzando varios CDs y haciendo giras por Europa, Sudamérica y Estados Unidos. Sin duda alguna será registrado en la historia como uno de los artistas más importantes de todos los tiempos.
¡Viva el Padre del Mambo – Israel López – ¡¡¡CACHAO!!!
-Juan Santos, Historiador/Percusionista