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Advertencia: Este video contiene imágenes que pueden afectar la sensibilidad de algunas personas.
No veía ningún conflicto entre ser una periodista y una educadora y una feminista.
Ella siempre estuvo en la primera línea del cambio.
1914, Laredo, Texas.
Jovita Idar, periodista de 29 años, trabajaba para el periódico en español El progreso, cuando el diario publicó una editorial criticando la intervención militar de los estados unidos en la revolución mexicana.
Y por eso, el gobernador de Texas ordenó a los Texas Rangers que destruyeran El Progreso.
Eran una fuerza policial destinada a proteger a las élites económicas y políticas anglo-texanas, que disparaban primero y preguntaban después.
Pero cuando llegaron, encontraron a Jovita Idar que de pie y con orgullo no estuvo dispuesta a permitir que infringieran sus derechos constitucionales a la libre expresión.
Los policías dijeron: "por favor hágase a un lado".
Yo dije "no, me quedo aquí.
Y no pueden entrar porque es contra la ley".
Una mujer mexicoamericana, morena, bilingüe, hispanohablante se enfrentó a los Rangers de Texas en un momento en que estaban cometiendo crímenes terribles contra personas de color y específicamente mexicanos nativos.
Idar se plantó en su sitio y los rangers se fueron.
Pero, como su hermano Aquilino contó más tarde, regresaron a la mañana siguiente, temprano.
Traían combos y martillos y a martillazos rompieron la imprenta.
Lo destrozaron todo.
Jovita Idar nació en Laredo en 1885, 40 años después de que Texas se convirtiera en estado.
Este territorio convertido en el suroeste de los Estados Unidos era en realidad parte de México.
En la década del 1840 fue la guerra entre México y Estados Unidos la que México pierde, y tiene que ceder a los Estados Unidos aproximadamente la mitad de su territorio soberano.
El territorio que ahora conocemos como Texas, Nuevo México, Arizona, California y partes de Colorado y Wyoming.
Entonces Texas o "Tejas" fue parte de ese mundo mexicano español.
Pero independientemente de cuánto tiempo las familias mexicoamericanas llevaran en los Estados Unidos, a menudo se las veía como extranjeras en su propia tierra.
Una de 8 hijos, Idar se crió en una familia de clase media educada con un firme sentido de la justicia social.
Su padre era igualitario en cuanto a los derechos de las mujeres.
Creía que las mujeres tenían derecho a tener una voz política y estaba muy orgulloso de Jovita Idar, orgulloso de todo su saber, de toda su educación y de su audacia.
Después de asistir a escuelas metodistas, en 1903 Idar llega a ser maestra.
Los niños mexicanos no tenían más remedio que asistir a estas escuelas que eran en todos los sentidos de segunda categoría.
Los edificios se estaban derrumbando.
No tenían útiles escolares.
Y la historia que aprendían les enseñaba que los mexicanos eran los malos y Davy Crockett, y otros angloamericanos, eran los buenos.
Muy pronto Jovita Idar acabó frustrándose por la falta de apoyo y de recursos.
"Los niños mexicanos en Texas necesitan educarse.
Pero si se les enseña la biografía de Washington pero no la de Hidalgo, las hazañas de Lincoln pero no las de Juárez, ese niño será indiferente a su herencia cultural".
Ella creía que tendría más suerte ayudando a la raza, gente de origen e inmigrante mexicanos, en otro sitio.
Y fue entonces cuando decidió unirse a su padre y hermanos, activistas a través del periodismo de derechos humanos y civiles.
Idar se convierte en reportera del periódico semanal de la familia, La crónica, en español.
Usaba un seudónimo para no ser criticada por participar en lo que entonces en Texas se consideraba críticas nada femeninas de la cultura política.
El enfoque de los reportajes de Jovita era el racismo, la segregación, la pobreza, el ser bilingüe, el odio contra los mexicanos, la mujer, el acceso a las instituciones democráticas.
Es como si estuviera viva ahora.
Mi nombre es Maria Hinojosa y soy la presentadora y productora ejecutiva de Latino USA y de In the Thick.
Fui la primera latina contratada en NPR en 1985 en la sala de redacción, luego fui la primera corresponsal latina contratada en CNN y en PBS.
Ahora mismo soy una de las pocas latinas que dirige una sala de redacción independiente sin fines de lucro en los Estados Unidos.
El número de latinas en las redacciones de Estados Unidos es todavía muy pequeño, un poco más del 2% en los periódicos, alrededor del 4% en la radio y alrededor del 8% en las noticias de televisión.
Entonces, el periodismo ha sido una de las instituciones más lentas en cambiar y diversificar y tener una equidad e inclusión reales.
A principios del siglo XX, esencialmente vemos la creación del Jaime Crow o Juan Crow, que es el equivalente mexico-americano del Jim Crow.
Por todas partes había letreros que decían "No se permiten ni mexicanos ni perros".
Menos conocida es la lamentable realidad de que los mexicanos también eran linchados.
Algunas personas fueron quemadas vivas, arrastradas por la ciudad.
Formas realmente horribles de matar a la gente y mutilar sus cuerpos, para intimidar a los mexicanos para que no voten, para que no se quejen.
En 1911, tras el brutal linchamiento de un niño de 14 años en Thorndale, Texas, Idar y su familia organizaron una conferencia que inició el moderno movimiento de derechos civiles mexico-americanos.
El primer congreso mexicanista duró varios días.
Y fue básicamente un Congreso de derechos humanos que atrajo a líderes de Estados Unidos y México que querían terminar con la discriminación y los linchamientos.
Poco después del congreso, Idar fundó la liga de mujeres mexicanas convirtiéndose en su primera presidenta.
Las principales causas de la organización fueron el sufragio de las mujeres y la educación de calidad para los niños tejanos.
"Queremos que nuestro trabajo sea importante, que contribuya a la formación del carácter y al cultivo de la mente de las futuras generaciones".
Estaba a favor del derecho de la mujer al voto y a su participación en la economía.
Uno de los roles más importantes que tuvo Jovita fue invitar a participar a mujeres mexicanas, en un momento en el que para muchas mujeres mexico-americanas y mexicanas inmigrantes habría sido un desafío asumir un rol público, ser parte del proceso de la liberación de la mujer.
La revolución mexicana comenzó en 1910 y se extendió a las regiones fronterizas de Texas en 1914.
La crónica dejó de publicarse e Idar se unió a una unidad de enfermería del ejército revolucionario.
La Cruz Blanca, fue fundada por su mejor amiga, Leonor Villegas de Magnon, y están en medio de las batallas tratando de salvar hombres, vendarlos, enviarlos de regreso al campo de batalla; todo en nombre de traer la democracia a México.
"Cuando los cuerpos mutilados de los soldados eran traídos a mi puerta, mi corazón saltaba y hervía como un volcán y desde ese momento sentí que el destino y obligaciones de mi vida se habían transformado".
Después de su servicio en la cruz blanca, Idar regresó al periodismo, escribió para diversos periódicos en español y en 1916 creó el suyo, titulado evolución.
"Compré una imprenta por más de mil dólares.
Puedo hacer un periódico de siete columnas y pronto comenzaré".
Su legado nos enseña a ser valientes.
Ser una periodista latina en los Estados Unidos de América significa que la forma en que abordas el periodismo será diferente y distinta a la de otros periodistas.
De hecho, hemos jugado un papel central en la narrativa de este país.
No tenemos mucho espacio, no estamos dirigiendo los grandes periódicos líderes, pero nuestras voces y nuestras perspectivas realmente importan.
Cuando Jovita y su marido se mudaron a San Antonio en 1921, ella entregó la operación de evolución a su hermano Eduardo.
En San Antonio, después de que se creara la patrulla fronteriza en 1924, Idar ayudó a trabajadores indocumentados a obtener documentos de naturalización.
También fundó una escuela de guardería gratuita y tutoría para niños pequeños.
Murió en 1946 a los 60 años.
Usó su voz para alentar a las mujeres a involucrarse políticamente dentro del sistema estadounidense.
A ser proactivas, a unirse a organizaciones, a buscar una educación, a crear un futuro mejor para sus hijos.
Y dedicó toda su vida a ese proyecto.
"Las mujeres reconocen sus derechos, levantan orgullosas la frente y dan cara a la lucha.
Los tiempos de humillación han pasado, las mujeres ya no son siervas de los hombres, sino sus iguales, sus socios".