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La chispa que encendió el interés de Orozco por hacer arte

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Cuando era un joven estudiante, José Clemente Orozco quedó cautivado por el trabajo del artista mexicano José Guadalupe Posada. Su labor como ilustrador avivó la imaginación de Orozco y lo “impulsó a llenar el papel con sus primeros pequeños dibujos”.

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- [Narradora] Desde pequeño, la ambición secreta de Clemente es la pintura.

De noche, estudia en la reconocida academia de San Carlos, donde imita a los maestros europeos.

Cerca de ahí, se encuentra la imprenta del ilustrador más famoso de la época: José Guadalupe Posada.

- [Orozco] Camino a la escuela, yo me detenía encantado por algunos minutos a contemplar al grabador.

Algunas veces me atrevía a entrar al taller a hurtar un poco de las virutas de metal que resultaban al correr el buril del maestro sobre la plancha de metal.

Este fue el primer estímulo que despertó mi imaginación y me impulsó a emborronar papel con los primeros muñecos, la primera revelación de la existencia del arte de la pintura.

- [Narradora] Las dos influencias formativas en su juventud son la Academia de San Carlos y el vívido arte popular de Posada.

No obstante, sus padres quieren que se dedique a una profesión respetable.

Clemente estudia ingeniería agrícola, pero contrae una fiebre reumática y vuelve a casa con una afección cardiaca.

Luego estudia arquitectura, pero deja la universidad cuando su padre muere de tifus.