Los directores Andrés Alegría y Abel Sánchez comparten la historia de la creación de A Song for Cesar (Una canción para César), una oda al movimiento de los trabajadores agrícolas y a César Chávez.
En 2006, un amigo me pidió que conociera a Abel Sánchez, un popular músico de San Francisco, para hablar sobre la creación de un video musical para una nueva grabación llamada “Song for Cesar”. El video dio lugar a la publicación de un DVD distribuido por la Fundación César Chávez y a la decisión de profundizar en las historias de los músicos y artistas que apoyaron el movimiento de los trabajadores agrícolas durante las décadas de los sesenta y setenta. Abel y yo emprendimos una labor de amor de 15 años, al entrevistar a docenas de artistas y activistas que nos contaron sus historias sobre tocar música, pintar murales y hacer sketches encima de camiones de plataforma en los campos del centro de California, todo en apoyo de la lucha de los trabajadores del campo por salarios y condiciones de trabajo justos.
Yo producía programas de radio en los años setenta y había cubierto los temas de César Chávez y el movimiento de los trabajadores agrícolas, entre otros. También había producido espectáculos musicales y sabía que la gente siempre ha utilizado la música y el arte para iluminar diversos aspectos de su vida, incluidas realidades sociales como la pobreza y la violencia. Las artes han inspirado movimientos sociales y, a su vez, los artistas se han inspirado en las luchas que libra la gente.
El movimiento de los trabajadores agrícolas de los años sesenta y setenta provocó un enorme florecimiento cultural. Abel y yo habíamos sido testigos de esta historia y, como trabajadores culturales, teníamos que hacer esta película en cuanto nos llegó la inspiración. Cuando la gente de hoy, en especial los jóvenes, se une a movimientos para hacer nuestras vidas más seguras y satisfactorias y nuestro mundo un lugar más justo y mejor, puede beneficiarse de la lección fundamental de esta película: “Cuidado con un movimiento que canta”.
—Andrés Alegría, Editor cinematográfico, productor y activista comunitario
Tras escribir y grabar “Song for Cesar” con Jorge Santana, y después de unir fuerzas con Andrés Alegría, me sentí inspirado, animado y conmovido para seguir explorando el legado de César Chávez y el movimiento de los trabajadores agrícolas. La inspiración dio lugar a un compromiso que dio inicio a un viaje de 15 años para realizar esta película. El sueño era que, de alguna manera, esta película sirviera para educar, inspirar y motivar a las generaciones actuales y futuras a pensar en la justicia social y en lo que podrían hacer en sus propias vidas. La diversidad, la inclusión y la justicia social siempre han formado parte de mi trabajo anterior como profesional del desarrollo de la diversidad y la acción afirmativa. Encargarme de la realización de esta película me resultó fácil por mi propia experiencia y por haber crecido como mexicano-americano en Estados Unidos.
Me identifiqué con la difícil situación y las luchas a las que se enfrentaban los trabajadores agrícolas y a las que, en muchos sentidos, siguen enfrentándose.
Sabía lo importante que fue César para los trabajadores agrícolas y sus familias y, a medida que Andrés y yo grabábamos entrevistas con más y más artistas, me conmovía profundamente el valor y el sacrificio que encerraba este legado. A medida que la película avanzaba, como compositor y músico, comencé a ver y anticipar que estábamos creando una obra cinematográfica que podría inspirar a jóvenes compositores y artistas a considerar lo que podrían lograr con su arte, quizá contribuir a la sociedad de una manera tan elocuente y hermosa como lo hicieron los artistas que protagonizan esta película. En mi caso, como tan elocuentemente citó Chuy Varela: “Se puede aprender la verdad con una canción”. Personalmente, aprendí muchas verdades durante la realización de A Song for Cesar.
—Abel Sánchez, Cineasta, músico, compositor y activista